Juan Carlos Ramchandani (Ceuta, 1970) también conocido por su nombre hindú Krishna Kripa Dasa, es sacerdote hindú, conferenciante, profesor de yoga y experto en diálogo interreligioso, además de ser un prolífico escritor que publico su primer libro hace 25 años “Corazones de la India, Almas en Ceuta (1999).
Nos recibe en su pequeño piso de una popular calle ceutí, al entrar nos pide nos descalcemos a la entrada (para él la casa es como un templo y no se deben de usar los zapatos que traen la suciedad de la calle). Huele a un incienso suave, nos muestra su altar con una variedad de imágenes sagradas y muebles y estanterías repletas de libros. Después de acomodarnos y agasajarnos con un chai (te indio) comenzamos la entrevista.
¿Cómo prefiere que me dirija a usted como Juan Carlos o Krishna?
Juan Carlos esta bien o por mi apellido Ramchandani, Krishna Kripa lo utilizo más en los círculos hindúes. La ventaja o desventaja de tener varios nombres. (Risas)
Según su currículo Lecciones del Camino Eterno es el vigésimo libro de su carrera como escritor. ¿Estamos ante su mejor libro?
También he participado en otros cinco libros junto a otros autores y pronto va a salir un sexto libro publicado por la Universidad de Navarra. Volviendo a su pregunta, para todo escritor (mi opinión) los libros son como sus hijos a todos los quieres, pero al final tienes predilección por unos más que otros. Está claro que, si este último libro lo comparamos con mi primera publicación, han pasado 25 años. He madurado como persona, como escritor, como practicante de la espiritualidad hindú. En Lecciones del Camino Eterno he querido plasmar esa madurez en continuo desarrollo, es un aprendizaje sin fin.
¿Y quiénes son sus maestros o fuentes de inspiración?
He sido ordenado formalmente por dos maestros en dos de las tradiciones más importantes del hinduismo. Pero tengo multitud de maestros de los que he aprendido algunos fueron grandes santos del pasado otros del presente. Pero no me cierro a una única tradición espiritual he aprendido lecciones vitales maravillosas del islam sufí, del cristianismo católico, del budismo. Y he aprendido de mis alumnos de yoga, de observar la naturaleza, de mi gata Mina, de mi hijo Govinda, he aprendido de un indigente en la calle o de un millonario en su despacho, he aprendido de delincuentes, durante mi etapa como profesor de yoga en la Prisión (aprendí cosas buenas, Risas) Las escrituras sagradas mencionan que hay 24 tipos de gurús o maestros, y yo creo que tengo 35 o más.
En Lecciones del Camino Eterno, comparte enseñanzas del hinduismo a través de 18 historias ¿Por qué a través de historias y no da las enseñanzas directamente al lector?
Desde tiempo inmemorial los rishis (sabios) del Sanatana Dharma (nombre original del hinduismo) han tenido la pedagogía de enseñar a través de historias. Es más fácil trasmitir valores éticos y morales, el deber de un ciudadano etc. a través de historias que hacerlo directamente. La mente humana es rebelde por naturaleza, si le digo por ejemplo que no se debe robar, me puede cuestionar esa enseñanza universal, pero si le cuento una historia de los malos resultados de hacer esa acción, la persona lo va a asimilar mejor. Y Lecciones del Camino Eterno va dirigido a todos los públicos, no solo a jóvenes, sino a personas maduras que piensan que ya saben todo. Yo soy un instrumento de los sabios que he adaptado estas historias milenarias de acuerdo a tiempo, lugar y circunstancias.
En este libro nos habla de cualidades humanas como la bondad, la tolerancia, la fe ¿De esas 18 cualidades que recoge en su libro, cual es la más importante para usted?
Todas son importantes, pero para mí no hay cualidad más importante que la gratitud. En el hinduismo existen rituales para expiar todos los pecados y acciones negativas, pero no existe remedio alguno para la ingratitud. En mi humilde opinión la ingratitud es la raíz de muchos conflictos a nivel personal, familiar, entre comunidades, países etc. La gratitud influye positivamente en la fe, la tolerancia, la bondad, la cooperación, etc., Todos hemos nacido con esas cualidades, pero tenemos que desarrollarlas, son como semillas que tenemos que regar y cuidar.
¿De dónde tomó la idea base para escribir Lecciones del Camino Eterno?
La primera base fue mi libro Historias y leyendas de la sabiduría hindú (2020) donde contaba historias, pero las enseñanzas eran muy básicas y breves. Quería hacer algo con más profundidad en las enseñanzas, que incluyera citas de textos sagrados como la Bhagavad Gita y ejemplos prácticos del día a día que son de aplicación universal. Por supuesto, también mis maestros me pidieron en diferentes momentos de mi vida que tradujera y publicara estas historias con las enseñanzas basadas en mis casi cuatro décadas de estudio y práctica continua del hinduismo.
¿Entonces las historias que cuenta en su libro son anónimas y de origen incierto?
En absoluto, estas historias se han narrado desde hace miles de años de maestro a discípulo de forma oral y más tarde se pusieron por escrito en textos sagrados como el Bhagavata Purana, las Upanishad, otros de carácter pedagógico en materias más terrenales como el Pancha-tantra y el Hitopadesha. Y buena parte que aprendí directamente de labios de mis maestros en la India, y que tuve la acertada ocurrencia de grabar (en cinta de casete) y tomar notas en un diario hace más de 25 años.
¿Pero en Lecciones del Camino Eterno usted afirma que ha adaptado las historias para el público occidental y en concreto para el de habla hispana?
Así es, he incluido historias que se desarrollan en España, he creado personajes con nombres netamente españoles, la idea es acercar al lector a un contexto cultural con el que este más familiarizado. Otras historias he mantenido el contexto geográfico e histórico de la India, tierra donde nacieron estos relatos. Finalmente, las cualidades humanas no son patrimonio exclusivo de ninguna raza, religión o país. Al igual que el sufrimiento, si te duele la espalda o la cabeza no existe un dolor hindú, cristiano o musulmán. Estas lecciones y sus enseñanzas son aplicables a todas las personas sin distinción alguna.
En su presentación del libro en la Biblioteca Pública de Ceuta, comentó que en los relatos aparecen personajes inspirados en amigos, así como en sus detractores. ¿Puede contarnos quienes son, son personas conocidas en nuestra ciudad?
Mi amado Freddie Mercury (cantante de la banda Queen) decía que, si se explicaba demasiado sobre el significado de sus canciones, se perdía el encanto, que él lo dejaba a la imaginación del aficionado que escucha su música. Pues esto es así, algunos de los personajes están inspirados en amigos del colegio (y que casi 50 después, seguimos siendo amigos), también en algunos de mis estudiantes y de mis maestros. Y sobre mis detractores, ¿pues qué le cuento? ya calzo 54 años, después de viajar por 52 países de cuatro continentes y haber tratado con todo tipo de personas, he conocido lo mejor y lo peor de lo que puede llegar a hacer el ser humano. He visto bondad y miseria humana en Ceuta y en Calcuta, así que los villanos del libro son o no son nadie en concreto, se lo dejo a la imaginación del lector.
Me gustaría saber más sobre su labor de escritor ¿Se toma usted la escritura como un trabajo, se pone horarios, sigue alguna rutina?
A pesar de llevar 30 años escribiendo y 25 desde mi primer libro publicado, no me considero un escritor profesional. Me gustaría dedicarle más tiempo, pero mis deberes como puróhita (sacerdote), presidente de la Federación Hindú de España y vicepresidente de la europea, así como mis compromisos con varias organizaciones de diálogo interreligioso no me dejan mucho tiempo. Me paso buena parte del año viajando, dando conferencias y oficiando ceremonias, lo cual no me deja mucho tiempo para escribir, pero lo que nunca dejo de hacer bajo ninguna circunstancia es leer, menos en vehículos por carretera (me mareo) leo en cualquier medio de transporte y en los más variopintos lugares, siempre que se den un mínimo de condiciones favorables para poder leer y digerir el texto.
Para mi es fundamental el silencio, la quietud, la concentración y esto a veces solo lo obtengo o escribiendo de noche mientras la gente duerme o por la mañana en días no festivos. Escribo en ordenador, tomo notas a mano con pluma en un diario o libreta, consulto mi biblioteca, aquí por falta de espacio solo tengo lo imprescindible, en casa de mi Madre están la mayoría de los 2.400 libros que he atesorado a lo largo de los últimos 40 años. Siempre tengo una botella de agua en la mesa, necesitado estar bien hidratado y en la habitación quemo incienso que me ayude a concentrarme. Ah y se me olvidaba comienzo siempre con una oración a Ganesha, señor de los comienzos, y a Saraswati, diosa de las artes y la cultura.
Que interesante su rutina ¿Y qué hace cuando no le viene la inspiración?
Más que falta de inspiración me puede venir cansancio físico o mental, entonces paró, me levanto y recito mantras con mi rosario, o pongo música que puede ser desde una aria cantada por el maestro Pavarotti a un tema rockero de Queen o un kirtán (canto devocional hindú). Aunque he escrito por encargo varias biografías noveladas, me considero un escritor de relatos cortos, quizás algún día que me libere de algunos cargos puramente administrativos, y si la salud y el tiempo me lo permiten que pueda escribir una novela, siempre con un trasfondo espiritual.
¿Qué fase de la escritura de un libro es la que le gusta más y la que menos?
La fase inicial es la más agradable. Uno lee, se documenta, toma notas, imagina personajes. Todo resulta novedoso e interesante. Los primeros meses es como enamorarse. Luego viene la rutina del trabajo diario, los problemas técnicos, las correcciones. Lo peor son las últimas semanas, la búsqueda de erratas, la corrección de pruebas. Al final, pierdes la objetividad. Ya no tienes distancia para juzgarlo, de lo mucho que te has implicado en él. Es el momento de que alguien lo lea y corrija, luego el diseñador le va dando forma, luego se lo envías a varios amigos escritores para que lo lean, hasta que finalmente se imprime. La parte final es la más tediosa, la que más estrés me produce (si los profesores de yoga también nos estresamos). Y cuando tienes al final en las manos el libro y comienzas a firmar ejemplares es felicidad, me siento como Trajano y sus grandes conquistas para el Imperio Romano. Y es que cuando no tienes una gran editorial que te respalde se hace más tortuoso el camino. De paso, aprovecho esta entrevista para una vez más agradecer eternamente a Su Eminencia Swami Rameshwarananda Giri Maharaj y Fundación Phi por colaborar en la publicación del libro, sin su inestimable ayuda, todavía estaría mendigando para poder publicar Lecciones del Camino Eterno.
¿Lee libros que no sean de hinduismo o de temática espiritual, y si es así cuáles son sus escritores favoritos?
Por supuesto, mi etapa de estudio exclusivo de las escrituras sagradas del hinduismo duró unos 7 u 8 años. Desde hace muchos años voy alternando libros de carácter religioso espiritual con novela histórica, libros de viajes, clásicos de la literatura universal, biografías de personajes de la historia antigua y reciente. Según la hora del día, leo un tipo determinado de libro: por la mañana lectura espiritual y filosófica, después del almuerzo algún texto ligero, una novela entretenida y por la noche algo que me ayude a dormir con pensamientos positivos. A veces por exceso de peso del equipaje tengo que dejar ciertas cosas en casa, pero un libro nunca falta en mi mochila.
Hoy en día en una sociedad tan polarizada, decir nombres de escritores preferidos puede ser peligroso (Risas). Soy lector de Arturo Pérez-Reverte, Santiago Posteguillo, Juan Eslava Galán estos son algunos de los escritores españoles contemporáneos que más me gustan. Extranjeros, el maestro Dominique Lapierre (al que conocí en Ceuta), el inglés Anthony Beevor entre otros. Y de los clásicos podríamos estar hablando toda la tarde, pero no puede dejar de mencionar a Cervantes y su Quijote o Pérez Galdós y sus Episodios Nacionales, estos de los españoles, y sin olvidar a mi querido Julio Verne, de niño y adolescente devoraba sus libros.
Hemos pasado un rato muy agradable, muchas gracias por su tiempo y compartir quizás un lado más intimo de su persona. Le deseo mucha suerte con esta nueva publicación.
Gracias a ti y a la Verdad de Ceuta, y gracias a su director que me abrió las puertas del periódico hace más de 10 años.
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