domingo, 30 de octubre de 2022

Ramchandani oficia la boda hindú de Piku y Vero.

El sábado 29 de octubre se celebró en el Salón del Trono del Ayuntamiento de Ceuta, la boda hindú de Piku y Vero. La boda fue oficiada por el sacerdote hindú (puróhita) Juan Carlos Ramchandani (Pandit Krishna Kripa Dasa) acorde a los rituales prescritos en las sagradas escrituras del hinduismo.

Prakash “Piku” Badammal Sunderdas, hijo de Dayal Chabaldas y Minu Sunderdas, y Verónica Jiménez Aguilar, hija de Jacinto Jiménez y África Aguilar. Ambas familias muy conocidas y apreciadas en nuestra ciudad.

El jueves 27 por la tarde se hizo el ritual de Ghari puja, que son ceremonias pre-nupciales que incluyen la adoración del Señor Ganesha para tener un buen comienzo y eliminar los obstáculos en el camino de la pareja. Después el Pandit oficio Nava-graha puja o ceremonia para complacer a los nueve planetas de acuerdo a la astrología hindú. Con esta ceremonia se ora a las divinidades del cosmos, que bendigan con influencias planetarias positivas la boda, así como la vida en común de la pareja. Se finalizó con una tradición propia de la comunidad sindhi, donde los padres de los novios recrean el día de su boda y colman de bendiciones a la nueva pareja. La ceremonia se hizo en casa del novio con los familiares más allegados.

El sábado fue el gran día, donde la sala noble del ayuntamiento se transformó durante unas horas en un templo hindú. Se creó el mandap o plataforma donde se desarrolla Vivaha samskara o la ceremonia de boda hindú.

Primero llego el novio Piku al ritmo del dhol, tambor típico del estado indio de Punjab, los músicos se desplazaron desde Londres para amenizar la ceremonia y posterior convite. Piku acompañado de sus familiares y amigos fue recibido por los padres de la novia. A continuación, Pandit Ramchandani fue guiando en el ritual de bienvenida al novio y en el saludo de ambas familias (milni en sánscrito). Después dio la bienvenida a los invitados y explicó que la ceremonia de boda hindú, tiene una antigüedad de más de cinco mil años y siendo el rito matrimonio más antiguo del planeta.

Luego llego la novia Vero acompañada de sus primos al son de una canción romántica de Bollywood. El novio tapado por el antarpath (una tela opaca) solo pudo ver a la bella novia cuando esta ya se encontraba en el mandap. Luego intercambiaron las guirnaldas dando comienzo a los diferentes pasos y ritos que componen una boda hindú. Ramchandani explicó con pedagogía y claridad el profundo significado de cada rito, así como la traducción de las oraciones del sanscrito al castellano.

Después se encendió el fuego sagrado, que es el testigo de los votos y promesas que realizan los novios. El sacerdote recito mantras de los Vedas (textos sagrados) e hizo ofrendas de ghi (mantequilla clarificada) arroz e hierbas aromáticas. Los novios dieron cuatro vueltas alrededor del fuego (char feras) y luego hicieron saptapadi o los siete pasos juntos que representan los siete votos o promesas. En las postrimerías de la ceremonia Piku puso el mangala sutra (collar sagrado) a Vero y le unció en la raya central del cabello con sindhur o polvo de color rojo, siendo ambos los símbolos de la mujer casada en el hinduismo. Se colocaron los anillos previamente bendecidos por el puróhita. La ceremonia concluyó con el tradicional ashirvadam o bendiciones a la pareja, y la entrega del certificado de matrimonio por el rito hindú ante un caluroso aplauso del numeroso público asistente. Los padres de Piku anunciaron que como indica la tradición, la novia iba a recibir el nombre hindú de Lakshmi en honor a la diosa de la prosperidad.

Los recién casados y sus padres, así como los invitados expresaron su agradecimiento a Pandit Ramchandani y su hijo Govinda (que ejerció de asistente) por haber oficiado la boda de forma amena y pedagógica, con su toque de humor, puntualidad y sin prolongar innecesariamente los rituales.

El convite se celebró en el Sarao con la asistencia de cerca de 250 invitados, algunos llegados de diferentes lugares de España e incluso de los Estados Unidos. Dj Poyo amenizo la noche con música india que hizo vibrar la pista con el baile de los novios e invitados. El broche de oro lo puso el menú con opción vegetariana, que consistió en una fusión de las cocinas india y española. La comida, la música y los ritos fueron un ejemplo del maridaje de oriente y occidente, del hinduismo y el cristianismo. En el mestizaje y el respeto entre culturas se encuentra el futuro de la humanidad.

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