El
pasado sábado 15, en el centro de yoga El Edén de Arjuna sito en la ciudad de
Martorelles (afueras de Barcelona), se celebro el Nama-karana o ceremonia hindú
de imposición del nombre.
La ceremonia fue oficiada por el
sacerdote hindú ceutí Juan Carlos Ramchandani (Krishna Kripa) quien guió a las
iniciadas en los rituales y finalmente realizo el Homa o ceremonia de fuego.
Nama-karana es el quinto de los
dieciséis Samskaras o sacramentos principales del Hinduismo, ceremonia en la
cual se otorga un nombre al iniciado, en un estudio comparativo con el
catolicismo equivaldría al sacramento del bautismo. El Nama-karana esta
considerado uno de los rituales de paso más importantes, pues el nombre es por
el cual la persona va a ser conocida a lo largo de su vida.
En los Griha-sutras (textos
sagrados) la ceremonia Nama-karana se realiza a los a los diez, doce o veintiún
días del nacimiento del niño, aunque textos posteriores aumentan el periodo
permitido hasta llegar incluso al año. También el Nama-karana es el ritual que
se realiza para dar la bienvenida formal a las personas que aceptan la fe
hindú.
En el hinduismo hay varias formas de
recibir un nombre, una es el sistema de nakshatra, en el cual se otorga un
nombre de acuerdo a la constelación regente en el momento del nacimiento de la
persona. La segunda es consultar con el gurú (maestro) y este decide el nombre
y la tercera que lo elijan los padres con el beneplácito del maestro.
Los nombres en el hinduismo vienen
de las Divinidades, ríos sagrados, lugares de peregrinaje y cualidades divinas
que se puedan atribuir a la persona que recibe el nombre, como por ejemplo, si
la persona es muy tranquila se le puede poner el nombre Shanti, que significa
paz.
El maestro Arjuna de Barcelona después de consultar con Ramchandani eligió los nombres de Parvati Yogini y Saraswati Vidya (ambos nombres de diosas) para dos de sus alumnas más aventajadas, que están practicando de forma seria yoga y el dharma hindú.
El maestro Arjuna de Barcelona después de consultar con Ramchandani eligió los nombres de Parvati Yogini y Saraswati Vidya (ambos nombres de diosas) para dos de sus alumnas más aventajadas, que están practicando de forma seria yoga y el dharma hindú.
Después de los rituales de purificación,
el maestro recita en el oído derecho el nombre espiritual y luego lo dice en voz alta para todos los
asistentes. El homa o ceremonia de fuego consagra la recepción del nombre, y de
forma simbólica el fuego destruye el karma negativo (acciones impuras) para
hacer renacer a la persona con una nueva identidad relacionada con su nuevo
nombre de carácter sagrado.
Ramchandani
nos comentó: “Ahora esta de moda que en algunos centros de yoga, le den a los
alumnos un nombre hindú, pero no lo hacen de forma correcta y sin los rituales
prescritos que le dan una solemnidad al acto. Afortunadamente, la cosa esta
cambiando y estoy siendo invitado a muchos lugares de España a realizar la
ceremonia de Nama-karana, para que los iniciados reciban su nombre de acuerdo a
las escrituras y darles la bienvenida al Dharma hindú. Además se recomienda a
los maestros/as que otorguen el nombre solo a aquellos sinceros practicantes de
yoga e hinduismo sin importar raza, sexo o estatus social”.